En 2010 la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (Corte IDH) se resolvió el caso de dos campesinos mexicanos
del Estado de Guerrero, los señores Teodoro Cabrera García y Rodolfo Montiel
Flores, mejor conocidos como “los campesinos ecológicos”, que a finales de los
años noventa fueron detenidos por elementos del Ejercito mexicano, quienes los
privaron de toda comunicación, los torturaron y los consignaron a las
autoridades correspondientes por delitos inventados, donde declararon bajo
previa tortura y amenazas; al final de cuentas, fueron sentenciados.
La Corte IDH encontró que no se les informo a los señores Cabrera García y
Montiel Flores sobre los motivos de su detención por parte de los elementos del ejercito mexicano, hecho típico en nuestro país, al parecer sólo en las
películas existen las detenciones informadas, donde a los detenidos los tratan
con dignidad y respeto. El presente caso es una simple muestra de lo que
tenemos en el país, por ello considero indebida, la excesiva participación
del Ejercito mexicano; no existe un verdadero adiestramiento de los elementos
castrenses por respetar los Derechos Humanos, esta sentencia nos debe hacer reflexionar sobre el papel del ejercito mexicano como auxiliar de los órganos
de seguridad pública, ya que si no actuamos en las instancias locales, las
violaciones a Derechos Humanos por parte del ejercito aumentarán, como las sentencias condenatorias hacia México.
Por otra parte, la Corte Interamericana responsabilizó al Estado mexicano por
violación a la integridad personal de los señores Cabrera y Montiel, ya que se
probó que recibieron tratos crueles inhumanos y degradantes. Este hecho fue
negado ampliamente por las autoridades nacionales, ya que a lo largo del proceso
ante la Corte IDH estos alegaron que los peritajes previamente rendidos
indicaban que no existía como tal la tortura, ni seña de trato inhumano alguno.
Debemos analizar que este tipo de actos, cada día son más comunes, en realidad
no se está hablando de algo nuevo, la tortura siempre ha existido. ¿Cuál es la
misión?, Erradicarla.
La Corte IDH al resolver esta controversia, indicó como lo ha hecho en todas las
que México ha perdido y seguramente lo dirá en todas las sentencias futuras que
México obviamente perderá, sobre el incumplimiento de adaptar la legislación
interna a los estándares internacionales. Es una pena que México tenga firmados
y ratificados aproximadamente 170 tratados internacionales en materia de
Derechos Humanos y no los haga cumplir, desde el Caso Rosendo-Radilla, la Corte
Interamericana determinó que México debe aplicar el control de
convencionalidad, con el fin de que sus autoridades locales revisen que sus
actuaciones estén ajustadas a los estándares internacionales.
Dentro de lo rescatable para
México, fue la consulta a trámite que realizó el actual Presidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre probable la participación
del Poder Judicial de la Federación en relación con el Caso Rosendo-Radilla,
donde la SCJN determinó la obligación de las autoridades jurisdiccionales la
aplicación del control de convencionalidad y emitió una serie de
jurisprudencias indicando como va a ser el modelo de aplicación y cuales deben
ser los parámetros de alcance de este nuevo mecanismo de protección de Derechos
Humanos.
El control de
convencionalidad es un buen avance en materia de protección de Derechos
Humanos, sin embargo, hace falta aun más. Hace falta un verdadero respeto por
los Derechos Humanos entre particulares, hace falta educación, hacen falta
verdaderas políticas públicas que busquen un genuino apego a los Derechos
Humanos. Los Derechos Humanos no deben ser una moda, deben ser una forma de
vida, y es necesario llevarlos a cabo ¡ya!, de lo contrario, no llegaremos a
nada.
Por ultimo, los invito a escuchar el podcast, la idea de comentar el caso en
Ultima Instancia es porque estamos preocupados por los sucesos nacionales, y
son necesarios espacios donde exista el dialogo, la critica, la construcción de
propuestas, Ultima Instancia pretende ser un espacio donde se abarquen todos
esos rubros y no lo lograremos sin su participación por lo que estamos abiertos
a cualquier comentario, critica y aportación, gracias.
Carlos
Ariel Lim
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